El compromiso con la salud de los consumidores es lo primero
Pese a que los últimos estudios científicos demuestran que las ‘grasas trans’ son perjudiciales para la salud, todavía no existe una normativa europea que prohíba su uso en los alimentos. A pesar de ello, Lozano hemos ido eliminando progresivamente las ‘grasas trans’ de nuestros productos de elaboración propia, para garantizar a los consumidores productos de calidad y saludables.
Y es que es precisamente en repostería y bollería, y en la industria alimentaria en general, donde es más probable encontrarlas, gracias a que este tipo de grasa vegetal, al ser sometida a procesos industriales de hidrogenación, se transforma del estado líquido al sólido, lo que permite incrementar el tiempo de vida útil de los alimentos y ayudan a mejorar la estabilidad, perdurabilidad, el sabor y la textura de los alimentos.
Inicialmente las grasas trans se consideraron una opción saludable en sustitución de las grasas saturadas de origen animal, muy asociadas a problemas cardiovasculares. Pero estudios recientes han demostrado que son perjudiciales por diversos motivos, relacionados con el aumento de colesterol, la obesidad o el riesgo de sufrir diabetes de tipo II. Así lo recomienda el Ministerio de Sanidad y Consumo en su Estrategia para la Nutrición, Actividad Física y Prevención de la Obesidad (NAOS):
«Las grasas hidrogenadas son perjudiciales para la salud, por tener la propiedad de elevar el colesterol llamado «malo» (LDL) y rebajar el «bueno» (HDL), además de otros efectos nocivos en los niños como retrasos del crecimiento y la maduración del cerebro, así como el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares. Por ello, en todos los productos de alimentación eliminar las grasas hidrogenadas supone alinearse con dicha estrategia».
La eliminación progresiva de este tipo de grasas se une a otras políticas de calidad que desde Lozano venimos implementando desde 1976: harinas de calidad, huevos frescos, procesos artesanales, etc.