Tradicionales o rellenos de nata, trufa, crema o cabello de ángel, y con las habituales sorpresas para niños, los roscones Lozano se elaboran siguiendo recetas y procesos tradicionales, a base de harina, azúcar, huevo, leche y levadura. Sólo así es posible conservar el sabor original o conseguir que se mantengan tiernos incluso pasados varios días. Y es que una de las claves de este obrador es la triple fermentación para evitar el abuso de levaduras y que el roscón esté tierno y agradable al paladar.