Descripción
La elaboración de estos dulces se remonta a comienzos del siglo XVII, aunque el empleo de mazapán es de la época andalusí. Posiblemente su origen se encuentre en Valencia (aparecen citados ya en el Arte de cocina de Francisco Martínez Montiño, de 1611). Se elaboran principalmente para la celebración del día de Todos los Santos y Difuntos, coincidiendo con la recolección de la almendra.
En su confección intervienen básicamente las almendras y el azúcar. Se elabora con ello una pasta en forma de canuto que se enrolla posteriormente sobre el relleno, consistente en un almíbar de yema y azúcar, mientras que la parte exterior se suele elaborar con mazapán.